El proceso para la regulación de la marihuana en México no avanzará tan rápido como muchos esperaban que se diera tras la posibilidad de que el Senado se allanara a los cambios hechos por la colegisladora. Y es que un nuevo aspecto tendrá que tomar en cuenta los legisladores luego de que la Junta Internacional de Fiscalización de
Estupefacientes (JIFE), de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), recordó a México que es firmante de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, que establece que el cannabis solo puede utilizarse con fines “médicos o científicos”. El mismo presidente de la Mesa Directiva del Senado, Eduardo Ramírez,
reconoció que no hay consenso entre los legisladores sobre los ajustes que hizo la Cámara de Diputados, así que todavía no se pondrá a discusión. En este sentido, coincidió Ricardo Monreal quien aseguró que independientemente de los beneficios económicos que la regulación de esta planta podría traer a nuestro país en materia de recaudación, los senadores privilegiarán el impacto social -en especial en materia de seguridad- que
acarreará aprobar este dictamen en sus términos.
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